Cuando cumplí los 18 años les pedí a mis padres que me llevaran al Bingo.
Ya tenía la mayoría de edad!!! Ellos algunos sábados después de cenar echaban
unas partiditas. Mi madre cuando llegaba a casa me decía "Hoy he cantado
Línea" o "La semana que viene nos vamos de compra con el dinero del
Bingo". Así que... quería probar!!! Esa era una razón, la otra era que me
encantaba salir con mis padres. Me lo pasaba genial.
El verano del 1991, verano de mis 18, después de una buena cena y después
de mucho insistir, con la sonrisa cómplice de mi madre como respaldo, mi padre
accedió. A él no le hacía mucha gracia, creo que la binguera era mi madre,
jajaja.
En la puerta del bingo tuve con mi padre la siguiente conversación:
-Noelia, toma 5.000 pesetas. Ese dinero es para jugar los tres, cuando se
acabe nos levantamos y nos vamos. Sin decir "otra más" ni "papi,
la última" ni "presiento que la próxima es la mía". Nos vamos y
punto.
Ante mi cara de "Por qué???" Me contestó:
- Todo en la vida en su justa medida y si te pasas se convierte en un
vicio. Así pasa con la bebida, con el tabaco o con el juego. Aceptas o no??
- Acepto.
Se pensaría mi padre que me convertiría en binguera profesional???
Cuando entramos me sentí mayor. Miraba a las mesas intentando identificar a
los jugadores profesionales, como en las pelis, o a los adictos al juego como
los llamaba mi padre. Creo que llevaba la boca abierta y miraba con descaro, por
eso mi madre me dio un codazo en las costillas.
Una vez sentados, nos trajeron los primeros cartones, comenzó el ritual. Mamá saco de
su cartera una estampita de su cristo y la puso justo debajo del cartón.
Papá en cada lateral del cartón escribió: Antoñita, Caro y Noelia, sus chicas. Cinco partidas, más no duró el dinero. Cuando
tocaban las doce campanas en el reloj... ahhh ese es otro cuento. Cuando se
acabaron las 5.000 pesetas nos levantamos sin mediar palabra. En la puerta del Bingo, respirando de nuevo el aire de la calle, le dije a mi padre:
- Papi, no me ha gustado. Prefiero el Bingo de la Feria que es más
divertido. Aquí no parecía que estábamos jugando parecía un velatorio, todo el
mundo tan serio y en silencio!!!