Todo se mueve por moda hasta la mascota de casa. Llegan los
gusanitos de seda y todos los niños van con sus cajas de zapatos llenas de
hojas de morera. Un amigo se compra un perrito... tu hijo querrá un cachorrito
y se lo contará a otros diez amigos que querrán el suyo. Las cobayas, si en la
clase la tienen de mascota, todos los niños desearan una para casa. La
"tendencia animal" cambia por temporadas.
Cuando yo era pequeña lo más "In" eran los
pollitos. Cuando mi abuela tenía que ir al mercado de Abastos yo me ponía junto
a la puerta en cuanto ella cogía el monedero. "Que querrás tú???!!!"
Y por mucho que insistía que era por acompañarla, la sonrisa de complicidad que
dibujan sus labios, daba a entender que conocía mi secreto.
Pequeña pero lista... sabía que si acompañaba a la abuelita
a la compra algo "pillaría": una chuche, unos pendientes para mi
colección o un pollito. No sé cuántos pollitos me compro la abuela. Siempre con
una condición: "Es para compartir con Caro y con Eva!!!" Y allá que llegábamos
el pollo y yo a casa donde éramos recibidos por mi hermana y mi prima dando
palmas. Junto a mi madre pasaba rápido, porque comenzaba una retahíla que no me
apetecía escuchar: "Otro pollito??? Pero si se muere el mismo día!!!! Mira
que es caprichosa esta niña!!!! Mamá porque se lo compras????"
Nosotras tres, súper felices, corríamos al patio a soltar al
pollito para que corriese mientras lo perseguíamos. Que cuqui!!!! Tras las
risas venía la deliberación sobre el nombre: Tintoretto, Benetton, Mafalda o
Snoppy,... siempre eran mis propuestas, nunca aceptadas. Siempre acababa llamándose
Pepe pato, Pepe pato II, Paco pato, Paco pato II,... Eso me pasaba por juntarme
con niñas más chicas que yo, las de 8 años teníamos mejor criterio que las de
5. Pero claro, eran dos votos contra uno. Además, siempre acababa diciéndoles:
"Que es un pollo no un pato!!!!" Pero a ellas lo de Paco pato, les
hacía mucha gracia, que cansinas, aquellas voces infantiles lo repetían mil
veces!!!!