Sólo tengo una hermana, que vale por mil,
seguramente mi vida sería muy diferente sin ella. Tenemos una muy buena
relación de hermanas-amigas, eso no quiere decir que no tengamos nuestros
"rocecillos" pero el cariño que nos tenemos es tan grande que ambas
olvidamos porque discutimos a los 10 minutos... bueno a las dos horas.
Muchas veces, muchas, nos han confundido
por la calle. Debo reconocer nuestro parecido, aunque no es para tanto!!!! Creo
que no soy la única despistada que habita en el planeta tierra.
Cuando estamos juntas y nos preguntan
quién es la mayor siempre gastamos las mismas bromas, porque hemos perdido la
cuenta de las veces que la hemos contestado.
Carolina: Soy la pequeña, no ves que tengo
mejor piel. Soy la joven!!!!
Noelia: Ella es la joven pero yo soy la
simpática.
Carolina: Mi hermana es mayor en edad pero
yo soy la que tomo las decisiones.
Noelia: Lo que quiere decir mi hermana
es... "mandona".
La persona que nos preguntó asiente con
media sonrisa y se promete que nunca volverá a realizar esa pregunta, vaya
discursito!!!!
Eso sí estamos en público, en privado para
"chincharla" le digo:
- Carolina, recuerda que papá quería un
segundo hijo y mamá le hizo chantaje con una lavadora nueva. Si mamá hubiese
tenido lavadora... sería hija única.
- Perdona???? Tú fuiste el ensayo. Yo soy
la obra de arte!!!!
- (Las dos a la vez) Chincha rabiña!!
Supongo que todos los herman@s tienen sus
propios piques y no por ello se dejan de querer. Sean el número de hermanos que
sean. Pero yo quiero hablar de los hermanos segundos...