Comenzamos: Rebajas!!!!

Hace unos días en El Hormiguero, Pablo Motos entrevistaba a Bertín Osborne. Hablaron sobre la trayectoria profesional de Bertín, sobre sus relaciones con más de 1000 mujeres, según él una leyenda urbana, sus alegrías y sin sabores de la vida, sobre su mujer, Fabiola y sobre todo de su hijo Quique y la fundación que ha creado al ver las carencias de las familias con niños con lesiones cerebrales.

Hay personas que al tener una carga tan pesada como la que él tiene sobre los hombros, un hijo con lesión cerebral, se hunden por completo. No saben qué hacer ni como llevar la vida con ese giro tan inesperado. El pesimismo y la depresión caen en su rutina como un manto pesado, al cual no encuentran salida. Sin embargo otras, en este caso la historia de Bertín es más conocida por ser  famoso, salen adelante más fortalecidos y queriendo luchar. 

Tiene que ser duro al recibir la noticia que tu bebé recién nacido será un niño especial, un adulto con más dificultades en la vida que el resto de bebés recién nacidos ese día en el hospital. Supongo que a tu mente acudirán preguntas como: Por qué a mi niñ@? Por qué a mí? Qué hacemos ahora? Qué puedo hacer para ayudarle? y un sin fin de preguntas por el estilo.

La fundación Bertín Osborne  (Fundación) tiene como objetivo ayudar a esos padres con toda una batería de respuestas a esas preguntas. A los que al salir del hospital con su bebé en los brazos no saben qué camino deben seguir.

Me parece una labor maravillosa. Y un ejemplo de lucha y superación que muchos deberíamos seguir. 

Durante un embarazo yo siempre digo que se pasan etapas de miedo, yo así lo experimente:
  • Primer trimestre: miedo de que ese pequeño latido no llegue a ser fuerte. Perder esa vida que llevas dentro es terrorífico
  • Segundo trimestre: miedo al parto
  • Tercer trimestre: te da igual lo que te pase a ti, sólo quieres que tu bebé venga sanito.

Toque de polipiel

Pues nada, primera parte de las fiestas navideñas acabadas.

Para mí la Navidad se divide en tres partes:
  • Nochebuena-Navidad
  • Fin de Año-Año Nuevo
  • Día de la cabalgata-Día de Reyes.
Y cuando todo acaba el día de Reyes por la noche ya soy íntima amiga de los sobres de Almax. Sí, porque en tanta reunión familiar-amigos sólo se come y se come y se vuelve a comer. Vale, sé lo que estás pensando de beber, pero como yo no lo hago eso lo dejo para los peces en el río. Días y días de preparativos, horas y horas en la cocina metida, para darnos un buen festín. 

Bueno, eso y contar anécdotas de las navidades anteriores.

Supongo que en tu casa también se recuerdan cosas como: cuando la abuela quemo el pavo y al final se comieron pizza congeladas, cuando uno de los hermanos se tomó dos copas de más y no paraba de contar chistes o como cuando el tío se sentó en la silla con demasiado ímpetu y esta se rompió. Y una historia que se repite en todas las casas: la búsqueda insistente de turrón de chocolate Suchard por todos los supermercados, hipermercados, centros comerciales, grandes superficies y en la tienda de Manolo; algo que como única solución tiene el comprar el chocolate de marca blanca que encuentres. Este es preparado en una fuente muy bonita adornada con bombones y bolitas de coco, con la intención de que pase desapercibida la marca. Pero al final siempre alguien suelta el típico comentario: "Esto no es Suchard, verdad?". En tu interior te dices: "El año que viene compro 30 tabletas para este día.", pero siempre se olvida.

Para que no pases frío!!!

Recuerdo una anécdota con mi compañera de primero y segundo de BUP MariJo. En realidad se llamaba María Joaquina, pero no le gustaba su nombre, así que a todos nos pidió que la llamásemos MariJo. Cada vez que pasaban lista y decían su nombre completo su cara era un poema. Un día en clase de matemáticas con Mª Victoria, no se pudo contener y protestó:
- Por favor, me puede llamar MariJo??? No me gusta mi nombre.
- Tu nombre es precioso sea cual sea. Lo eligieron tus padres y debes de llevarlo con orgullo por ello. Además los nombres se tienen que utilizar enteros, no diminutivos. Los diminutivos se dejan para las personas que te quieren únicamente.

Aquellas palabras, aunque hayan pasado ya algunos añitos, se han quedado grabadas en mí. Frases que no sabes porque las recuerdas como si fuese ayer cuando la escuchaste.

Unos años más tarde fui la "seño" de informática de la extraescolar en un colegio. Niños desde 7 a 12 años. Me encantaba aquella clase, por lo cariñosos que eran los niños conmigo. Un día una niña me dijo:

- Señorita Noelia, la puedo llamar Noe. 
- Por qué quieres llamarme así???
- Porque te quiero mucho.

Así que ahora cuando me dicen Noe, recuerdo la voz de aquella pequeña diciéndome: "Otra que te quiere". Y a mí profesora de matemáticas de BUP: "Los diminutivos son cariñosos". 

Para ella y... para él también

Bueno, llegaron las vacaciones de Navidad. Ya tenemos a nuestros queridos hijos en casa las 24 horas para disfrutarlos. Bueno las primeras horas porque después comienzan con: "me aburro","qué hago?", "mi hermano me ha mirado!!!", "mi hermano no me deja!!",...lo que hace que desees que vuelvan las clases.

Así que propuestas para estos días:
  • Ver Belenes
  • Pasear por el centro para ver la iluminación de las calles
  • Ir a ver el maravilloso Mapping del Ayuntamiento de Sevilla
  • Pasar el día en Expo Joven, que se celebra en estas fechas en Fibes
  • Visitar el Acuario de Sevilla.

Ideas todas fantásticas en las que tu bolsillo se verá un poco afectado, en más o menos medida, dependiendo de los "antojitos". Y si a esto le unimos los gastos extras por los regalitos y comidas navideñas, la cuesta de enero todavía será más empinada.

Así que mi recomendación es hacer cosas con los reyes de la casa más "baratitas". No es importante que la actividad sea muy cuantiosa, sino que la calidad de ese tiempo compartido sea mayúscula. 

Una tarde de manualidades para hacer una carta especial para el abuelo o un dibujo megabonito para colocar en el corcho de su habitación, leer un cuento escenificando alguna de sus partes, jugar a las películas utilizando disfraces, una tarde en la cocina haciendo algo dulce que después se disfrute al comer.