Recuerdo una anécdota con mi compañera de primero y segundo
de BUP MariJo. En realidad se llamaba María Joaquina, pero no le gustaba su
nombre, así que a todos nos pidió que la llamásemos MariJo. Cada vez que
pasaban lista y decían su nombre completo su cara era un poema. Un día en clase
de matemáticas con Mª Victoria, no se pudo contener y protestó:
- Por favor, me puede llamar MariJo??? No me gusta mi
nombre.
- Tu nombre es precioso sea cual sea. Lo eligieron tus
padres y debes de llevarlo con orgullo por ello. Además los nombres se tienen
que utilizar enteros, no diminutivos. Los diminutivos se dejan para las
personas que te quieren únicamente.
Aquellas palabras, aunque hayan pasado ya algunos añitos, se
han quedado grabadas en mí. Frases que no sabes porque las recuerdas como si
fuese ayer cuando la escuchaste.
Unos años más tarde fui la "seño" de informática
de la extraescolar en un colegio. Niños desde 7 a 12 años. Me encantaba aquella
clase, por lo cariñosos que eran los niños conmigo. Un día una niña me dijo:
- Señorita Noelia, la puedo llamar Noe.
- Por qué quieres llamarme así???
- Porque te quiero mucho.
Así que ahora cuando me dicen Noe, recuerdo la voz de
aquella pequeña diciéndome: "Otra que te quiere". Y a mí profesora de
matemáticas de BUP: "Los diminutivos son cariñosos".