Pues nada, primera parte de las fiestas navideñas acabadas.
Para mí la Navidad se divide en tres partes:
- Nochebuena-Navidad
- Fin
de Año-Año Nuevo
- Día
de la cabalgata-Día de Reyes.
Y cuando todo acaba el día de Reyes por la noche ya soy íntima
amiga de los sobres de Almax. Sí, porque en tanta reunión familiar-amigos
sólo se come y se come y se vuelve a comer. Vale, sé lo que estás pensando de beber, pero como yo no lo hago eso lo dejo para los peces en el río. Días y días de preparativos, horas
y horas en la cocina metida, para darnos un buen festín.
Bueno, eso y contar anécdotas de las navidades anteriores.
Supongo que en tu casa también se recuerdan cosas como:
cuando la abuela quemo el pavo y al final se comieron pizza congeladas, cuando
uno de los hermanos se tomó dos copas de más y no paraba de contar chistes o
como cuando el tío se sentó en la silla con demasiado ímpetu y esta se rompió.
Y una historia que se repite en todas las casas: la búsqueda insistente de
turrón de chocolate Suchard por todos los supermercados, hipermercados, centros
comerciales, grandes superficies y en la tienda de Manolo; algo que como única
solución tiene el comprar el chocolate de marca blanca que encuentres. Este es
preparado en una fuente muy bonita adornada con bombones y bolitas de coco, con
la intención de que pase desapercibida la marca. Pero al final siempre alguien
suelta el típico comentario: "Esto no es Suchard, verdad?". En tu
interior te dices: "El año que viene compro 30 tabletas para este
día.", pero siempre se olvida.