Si fuiste alumna en uno de los cursos de FPE que impartí,
recordarás que el orden de los módulos de ofimática era: Windows, Word, Excel,
Access y PowerPoint. Durante el módulo de Windows había que llevar de
forma paralela el de Ordeno grafía. Y eso era fijo e inamovible. No hay nada
más horroroso para mí que ver aporrear el teclado con los dedos índices.
Aunque...peor es ver al que cree saber escribir porque de vez en cuando utiliza
el meñique de forma sutil y graciosa (conocedor que los ingleses consideran a
la persona que al tomar el té deja su dedo meñique levantado, educado y
refinado). Más vicios: mirar el teclado, curvar la espalda al escribir, las
manos apoyadas en la mesa, señal de
cansancio???Habrás notado la importancia que tiene este tema para mí??? Muchísima.
Al comenzar el módulo
de Word ya quería cierta soltura para teclear los textos, era un placer
observar mi clase cuando los 15 alumnos estaban derechos como una vela con los
ojos puestos en el monitor. Fase 1 conseguida!!! La Fase 2: la velocidad. Reconozco que es una tarea un poco
pesada, la monotonía acudía a sentarse entre mis alumnos. Por lo que a mí me
tocaba espantarla!! Mi primera idea fue llevar unos pompones, pero no tuve
nunca complejo de Cheerleader.
Tuve otra día: aprovechaba una nueva explicación de teoría
para dictar el texto sobre el que se iba a trabajar esa mañana. De qué temas
era estos textos??... variados.
Dependia de lo que la tarde anterior hubiese hecho con mis
peques, escuchar 20 veces el Cd de Miliki, contar cuentos, ver peli Disney,…
Comenzaba por ejemplo:
- Un
barquito de cascara de nuez, adornado con velas de papel se hizo hoy a la
mar...
- Había
una vez un circo, que alegraba siempre el corazón, lleno de ilusión de luz
y de color,...
- La
pequeña había recibido el mejor regalo de cumpleaños. Una caperuza roja, y
desde aquel día siempre la llevo puesta…
- Simba
tienes que ser valiente. Ahora tu eres el Rey de la Selva!!!
Tengo ahora mismo una sonrisa enorme al recordar aquellas
caras tecleando al ritmo de mis palabras, eran ratos divertidos. Cuánto valor
tiene una sonrisa!!!! Si todo lo hiciéramos sonriendo las tareas más pesadas se
volverían livianas como plumas.
Cuando vi que aquellas sonrisas no eran tan grandes, ya me
estaba oliendo que "monotonía" volvía a estar entre nosotros. Así que
una mañana tras mi acostumbrado: "Preparados, listos, ya..." mi
temática vario:
Ella caminaba por la playa. Su larga melena se mecía como
las olas, el viento acunaba las aguas y los cabellos. Vestido blanco largo que recogía
con su mano derecha, sin evitar totalmente las salpicaduras de agua salada. En
su mano izquierda unas sandalias del mismo color cielo de aquella maravillosa
mañana de primavera.
Se intuía que sus ojos no se posaban en el faro que
estaba a pocos metros de distancia, ni en las gaviotas que hacían vuelos
rasantes sobre el mar en busca de un suculento majar, nada reclamaba su
atención.
Sus pensamientos estaban en un lugar lejano. En otra
ciudad, donde no se olía a salitre, una ciudad de interior. En un cielo no
claro y brillante de primavera, sino en uno gris plomizo que amenazaba
tormenta. La única coincidencia: la
soledad y el vacío que sentía en el
corazón. Estaba paseando por la playa pero bajo los pies sentía la alfombra de
su salón. Seguía en su apartamento mirando aquella puerta que se acababa de
cerrar tras del que creía el hombre de su vida.
Mientras escribía no vi sonrisas, permanecieron atentos a
cada una de las letras que tecleaban. Cuando finalice nadie comentó nada. Pensé
que no les había gustado, que equivocada estaba!!!
A la mañana siguiente cuando me dispuse a dictar el texto
para la clase teórica los comentarios fueron: "Noelia, continua con la
historia de ayer.", "Hoy si quieres no solo dictes tres párrafos, más
para enterarnos de lo que pasó." Uno de ellos se volvió al resto y dijo:
"Escribid rápido así el texto será más largo!!!"
Mi objetivo conseguido: ese año la velocidad de los alumnos
ante el teclado fue excelente. Y la narración de la chica misteriosa... creció
y no sólo como mis palabras cada uno fue aportando algo para aquella mujer que
nació un día en clase.
En primavera hay un básico indiscutible... el pantalón blanco. Hoy lo acompaña unos jersey de hilo que llevan en su colorido la presencia de la primavera.
Pantalón-leggings blanco.
Talla: S M L XL XXL
Precio: 16 €
Jesery hilo con toque de brillo.
Talla única
Precio: 12 €
Gargantilla flecos rosa.
Precio: 10 €
Gargantilla étnica piedras.
Precio: 12 €
Gargantillas cubos color y dorado.
Color: verde aguamarina o azulón.
Precio: 8 €
No hay comentarios:
Publicar un comentario