KIMONO FLECOS



Recuerdas lo que lie en la consulta del ATS cuando me realice mi "percing" en la oreja??, o como lo llamaba yo mi tercer pendiente??? Eso que ahora no es más que una pequeñísima señal en mi lóbulo???

Pues imagínate la que liaría si me decidiese a realizar un tatuaje en mi piel. Con lo poco amiga que soy de las agujas!!!! Si hoy todavía cuando me pinchan en el brazo para la analítica tengo que mirar para otro lado. Y estoy a punto de pedir me alguien me coja de la mano. Pero me controlo, o lo intento. A veces me he portado también que me gustaría decir: "He sido buena, no me dais a mí una piruleta de ese tarro, por favor???"

Hoy te pregunto: Tatuarse, moda o modo de vida??? Dicen que si te haces un tatuaje ya no puedes parar y que cuando pones uno sobre tu piel sólo piensas en el siguiente que vas a poner.

Si mi fobia sobre la agujas no existiese, me encontraría con otro problema. Decidirme donde hacerme el tatuaje: visible o intimo??? O... mejor sería primero pensar en qué tatuarme para así saber cuál sería su ubicación perfecta.

Opciones: Poner el nombre de tu novi@, pareja, amigo íntimo,... si la relación no llega a buen puerto, tienes un recuerdo permanente. Fíjate en Melanie Griffith ahora tiene que estar tapando su "Antonio" del brazo derecho. Mejor elegir el nombre del padre, madre o hijos, esos no se van de tu vida.

Comparto un antojo!!!!

Cuando Rosa me dio mi regalito de cumpleaños, la llorona que llevo dentro estuvo empujando la primera lagrimilla a la que sigue millones cuando algo me emociona y me llega al corazón. La controlé lo mejor que pude.

Que una amiga te haga un regalo es maravilloso pero que te lo haga con sus propias manos y derrochando su creatividad, ese regalo vale mil veces más.

Así que le dije: "Quiero más para mis amigas, quiero que conozcan tus habilidades!!!! Estas agendas tienen que estar en muchos bolsos o mesas de trabajo."

Rosa os presenta sus creaciones. Totalmente diferentes una de otras y admite sugerencias para diseños personalizados.

Tan bonitas por fuera como por dentro. Disponible en dos tamaños:

  • A6. Precio 6 €
  • A8. Precio 8 €

Jersey para todo momento!!!



Imagínate la situación. Me levanto con el ánimo por las nubes. Me miro al espejo, sin maquillar,  del cabello mejor no hablar, parece que haya estado dormida haciendo el pino. No obstante… me veo perfecta!!!! De esos días que te ves con el guapo subido. 

Así que decido dedicarme un poco más de tiempo a mejorar ese "guapo", pienso lo que me voy a poner, los complementos, maquillaje sencillo pero favorecedor.

Salgo a la calle pisando fuerte, segura de mi misma. Yo tengo la suerte de tener a mis dos abuelitas, pero no me hace ni falta llamarlas para que me den una dosis de cariño para mi autoestima.

Inciso. Esto lo deberíamos hacer todos los días, pero... como te veas mala cara en el espejo o hayas tenido mala noche,... cuesta más trabajo pisar fuerte.

Continuo. Voy por la calle feliz como una perdiz. De pronto... tengo que pasar por delante de un grupo de albañiles que están trabajando en la calle. Y escuchas: "Niñaaaa!!!! Vaya tela, niña." Uffff es como un jarro de agua fría, si ellos vieran en ti lo que tú has visto esta mañana en el espejo, pero es que les dicen eso a todas las chicas que pasan por delante de ellos. Además, no sé tú, pero yo me pongo nerviosa, acelero el paso, resultado tropiezo y escucho las risas detrás de mí. Que corte!!!! (Mi amiga Inma ahora mismo está asintiendo como una loca y solo de imaginarse la situación muerta de vergüenza!!!)

Chaquetas II



Seguro que cuando te has comprado una prenda lo primero que has hecho cuando has llegado a casa antes de estrenarla es quitarle la etiqueta del interior. Esa que parece un libro.

Normalmente las etiquetas-libro van en la ropa que son de tiendas multinacionales. Por ello, te encuentras todos los componentes y los consejos de lavado en varios idiomas. Pero su final está claro... cortadas con las tijeras por lo molestas que son, pican, hacen bulto,... un estorbo total.

Cuando plancho mi ropa preparo la tabla de la plancha, el centro de planchado y también me pongo cerquita las tijeras. Mi tarea solo se ve interrumpida cuando corto las etiquetas. Cuando finalizo no sólo tengo que recoger la ropa y meterla en sus cajones, también tengo un montoncito de etiquetas que llevar a la basura.

Normalmente esto no tiene mayores consecuencias. Me da igual saber que mi camiseta es de polyester o de algodón, según lo arrugada que salga de la lavadora tendré que planchar más o menos, así que... Y las reglas de no mezclar colores fuertes con claros, lavar en agua fría para evitar decoloración, o no planchar a muy alta temperatura,... las tengo aprendidas a fuerza de "practicar" y de llevarme algún que otro disgusto por encontrarme mi blusa blanca favorita de un color rosáceo al lavarla con el polo del niño que llevaba un escudito minúsculo que despintaba, ainssss que rabia.