Camisetas joyas y más

La abuela Lola era una anciana de anuncio. De pelo blanco, cara sin apenas arrugas y mejillas sonrosadas. Bajita y regordeta. Pensarás que con este aspecto era la típica dulce abuelita que no hablaba por no molestar. No… imagen equivocada. Era una señora que imponía con su mirada, daba su opinión porque era la correcta e incluso si tenía que dar un porrazo en la mesa para hacer oír lo hacía. Antes de conocerla escuché mucho hablar de ella. En nuestro primer encuentro me sentí intimidada. Pase poco tiempo con aquella sensación, Lola pronto se convirtió en mi tercera abuela. No te invitaba a abrazarla te invitaba a quererla porque te mostraba la vida.

La primera vez que almorcé con ella observé que nadie quería ponerse a su derecha. Todos se miraban y se hacían señas para esquivar aquella silla. Así que inocente de mí... ocupe aquel lugar. Cuando acabó la comida comprendí lo que les ocurría a sus nietos. Cada vez que Lola quería algo te daba con su mano en el brazo dos golpes fuertes, fuertes de los que hacen moratones, y decía: "Pásame el pan". A los pocos segundos dos golpes: "Pásame la sal". Y así varias veces.

Un día charlando con ella tuvimos la siguiente conversación:
- Noelia, qué opinas de mí?
- Es un encanto de señora.
- No me mientas chiquilla y menos en mi cara. Di la verdad.
- Una abuelita en apariencia. Han pasado los años pero sigue siendo una señora de "armas tomar". Margaret Thacher la dama de hierro era de plastilina a su lado. Además cuando me siento junto a usted a comer paso miedo esperando el "golpecito" para pedir algo!!!!

Moda en punto

Si tienes niños en casa, sabrás que son bajitos, pero de inteligencia concentrada, son listos, muy listos!!! Eso sí, son pequeños para lo que a ellos "les conviene". Saben perfectamente:
- Cuando has puesto verdura en la comida, encuentra un trocito microscópico de pimiento entre la ternera en salsa.
- Cuando has dejado caer sus cartas de Pokémon y las has ordenado a "tú" manera, no a la de ellos. Siempre me he preguntado cómo pueden notar, entre 500 cartas, que un Pokémon ha cambiado de lugar.
- Un grano de arena en el zapato. La etiqueta de la camiseta. Son como la princesa que notó el guisante bajo 10 colchones!!!! Que sensibles, que piel tan delicada!!!
Eso si no quieren darse cuenta:
- De las migas de galletas que dejan sobre el sofá o entre sus sábanas. Esas no molestan???
- De los miles de marcas de deditos en el frigorífico, en los muebles, en las paredes,... A los del CSI les llevaría días tomar las huellas en casa!!!!
- Y no son mayores para participar en casa… A no ser que se les enseñe, y en eso estoy.

Inma y yo estábamos teniendo una de nuestras conversaciones maratonianas por teléfono. De estas que duran una hora y no hablas nada en concreto. De estas buenas charlas en las que lo importante es que compartes un rato con tu tesoro de amiga. De estas comadreos que cuando cuelgas dices: “Vaya no le he contado a Inma…” y vuelves a coger el teléfono otra media horita para rematar la faena. En este caso, era Inma, pero tengo la suerte de tener un hombro adaptado a la forma del inalámbrico para hablar con mis amigas, de las que presumo cada vez que puedo, mientras mis manos hacen otras mil cosas a la vez.

Colección Demin

El otro día mi hermana me mando por WhatsApp una foto de una herradura. A continuación espera una frase chistosa pero su frase me hizo recordar: “Mira lo que he encontrado en el fondo de un cajón!!!! La herradura de mamá. Olvidé que estaba allí.”
Cuando mi madre tenía 15 años, todo lo que rodeaba su casa era campo. Muchas veces cogía el camino y otras veces por acortar distancia lo hacía campo a través. Un día se encontró una herradura: “Qué suerte y además con seis agujeros!!! Es una herradura especial!!!”Siempre la recuerdo metida en el cajón de las colchas de croché que le regalo su tía para el ajuar y las que ella bordó.
Supersticiones, las hay que se evitan por que dan mala suerte. Fuera. Prefiero las pequeñas “manías” que tenemos para llamar a la buena suerte. Como conservar una herradura que mi madre se encontró hace más de 50 años. Y eso le he preguntado a mis amigas… y como siempre sorprendiéndome de sus respuestas, encantadas de contar siempre con ayuda para escribir mis ideas. Hay personas maravillosas a tu alrededor, seguro, simplemente hay que escucharlas!!!!

Sonia: “No sé si será superstición pero, excepto cuando hace muchísimo calor, nunca salgo de casa sin un pañuelo en el cuello. Me da sensación de seguridad y protección.” No me lo puedo creer, una chica que pisa tan fuerte como tú y tiene las ideas tan claras buscando seguridad??? Con pañuelo o sin pañuelo, tu vales mucho, nena.

Inma F.: “El número 13. En la lotería siempre busco el 13. Con el número 13 me tocaron mis primeros palillos profesionales. Si, con ese número solo me han pasado cosas bonitas. Como por el ejemplo el día que le di el primer beso a mi marido.” Ummmm que bonito!!!!! Supersticiones con amor y palillos de filigrana, buena mezcla, menos no se podía esperar de alguien con tanto arte!!!!

Eva: “Uig...me lo pones un poco difícil, no sé, tengo cosas que no hago porque pienso que da mala suerte pero para buena suerte… No sé, lo que sí es verdad es que desde que aprendí a pensar en positivo… Me va bastante mejor.” Con un carácter tan alegre y positivo como el tuyo, sobra lo demás. Esa sonrisa siempre en los labios y esa mano tendida a las amigas hacen de ti un ser que da buena suerte!!!!

Lola: “Lo siento no soy supersticiosa bueno... eso creo.” Claro, no me extraña!!!! Sí es que no tiene tiempo para nada más que viajar y disfrutar de su marido. Me encanta ver esas fotos tan bonitas en lugares hermosos, viajo sin salir de casa. Además, aunque la cámara la pille desprevenida ella en todas sale divina!!!!!

Vestidos

Hay días en los que al poner el pie en el suelo al salir de la cama, tu subconsciente te juega una mala pasada, instala una canción de esas tontas, pesadas en tu cabeza y ya te pasas todo el día con ella en los labios. Intentas pensar en otra canción pero… la nueva tiene la misma música!!!! Un anuncio de televisión, una serie, algo te la ha recordado y allí está “machacona” total!!!! Y me alegra saber que a mis amigas les pasa lo mismo. 
  • Silvia. Sobreviviré de Mónica Naranjo. Además dice que la canta a grito "pelao". La luchadora que tiene dentro le sale hasta para cantar.
  • Jessica. La abeja maya. Canción tonti que le recuerda a su infancia, suelta a la niña que tiene dentro.
  • Marilo. En su clase de spinning a las 7 de la mañana, cualquier canción le vale. Actuales o antiguas, tonta o con sentimiento. Ella dice: “Siempre digo que aprovecho para hacer ejercicios y para hacer karaoke”.
  • Rocío: La discografía completa de Estopa. “Que yo sé que la sonrisa que se dibuja en mi cara tiene que ver con la brisa que abanica tú miradaaaaa. Tan despacio y tan deprisa tan normal y tan extraño…" Esta niña es de idea fijas, cuando hizo el proyecto final para el módulo de PowerPoint el tema elegido fue... ESTOPA!!!
  • Loli. Mi gran noche de Raphael. Le dije que a mí me parecía una canción preciosa, pero supongo que el anuncio ha hecho mella en Loli para que tenga esa opinión. Hasta mis hijos la cantan mientras caminan moviendo los brazos exageradamente.
  • Bea. A quien le importa lo que yo haga, de Alaska. Yeeeeaaaa, esa es buena para gritar a pleno pulmón para que las vecinas lo tengan bien clarito.
  • Carolina. Grita de Jarabe de palo. Cañera, machacona, pero con un buen mensaje que es obligatorio tener en cuenta.
  • Maru. Lady, Lady se pinta los ojos de azul. “Noelia, a mí me gusta esa canción y me gusta cantarla mucho en casa, pero a mi hijo le da un coraje. Dice que es muy tonta!!!” Ainsss Maru pero las canciones "romanticonas" de la época de nuestros padres tienen un aire melancólico tan bonito!!!