Lunares

Cuando era pequeña mis cumpleaños, al comienzo de verano, eran la excusa perfecta para reunir a todos mis primos, todos más pequeños que yo, en casa de la abuela. Una tarta helada y todos a mí alrededor cantándome el “cumple feliz”. Me encanta ver el álbum de foto para recordar aquellos cumples. El año que cumplí 13 años mi madre me consistió un deseo, al ser mi último año en el colegio. Una fiesta en la cafetería de mi padre donde podría invitar a mis compañeros de clase. Aquello fue algo “excepcional”. Una fiesta en un bar??? Donde junto a la familia estuvieran amigos??? Hoy, es algo de lo más normal: parque de bolas, cafeterías con tartas maravillosas de fondant con el personaje favorito del niño, el isla mágica, en… miles de sitio. Incluso me atrevo a decir que entre los invitados, poca familia y muchísimos amigos.
Si tienes hijos pequeños seguramente que has escuchado más de una vez comentarios como estos:
“Ahora los cumpleaños se celebran por todo lo alto. No sé qué pasará cuando el niño haga la Primera Comunión????!!!”
“Los cumpleaños de antes eran para la familia, tíos, primos y abuelos, quizás algún vecinito. Pero ahora… toda la clase, los compis del fútbol y los del inglés. Un mínimo de 50 niños!!!”
“Cada mes tengo 3 cumpleaños de los amigos de mis hijos!!!! Es un extras todos los meses destinado a los regalos.”
“Me echo a temblar cada vez que tengo que ir a un cumpleaños con mi hijo a un macro sitio de esos de bolas en el que se celebran 8 cumpleaños a la vez. Cuando llego a casa llevo en la cabeza la tamborrada de Valladolid!!!”
“Mi hijo ha llegado a casa en algún ocasión triste porque no lo han invitado al cumple de algún compañero de clase. Para mí… supone un alivio!!!”
No voy a decir que algunos de estos comentarios no los he afirmado, y en algún caso esas palabras han salido de mis propios labios. Pero… dejando aparte el gasto, las molestias y demás, no merece la pena por ver esas caras de felicidad!!!!
Bueno, bueno,… sé que con esta última frase he abierto otra polémica: “Dónde tiene el límite el TODO POR MI HIJO???” Pues sí abierta queda la puerta a las mil y una opiniones que genera la nueva situación “cumpleañera”.

T-Shirt doble

El otro día escuchaba este chiste, del que no sólo saque una carcajada, también un análisis.

Uno que va por la calle con un pantalón de cuadros amarillos, la camisa de lunares fucsia, una chaqueta azul de rayas y unos zapatos de lunares verdes.
Otro que lo ve le dice: "Adiós caja fuerte!!!"
Y el primero extrañado le pregunta: "Porque me llamas así???"
A lo que le responde: "Tío, porque sólo tú sabes la combinación!!!"

El libro de los gustos está en blanco. Una verdad con un castillo. Y cada uno de nosotros lo rellena como le place... con ideas originales o dejándose guiar por tendencias. Frases que eran como leyes no escritas han quedado obsoletas con el paso del tiempo.
  • Cuadros con rayas, nunca!!! Desde pequeña escuché a mi madre decir que no los mezclase. Hoy, son muchos los diseñadores que las unen en sus propuestas.
  •  Naranja con rojo o fucsia?? No pegan. Hasta que llegó Agatha Ruiz de la Prada y combino todos los colores fuertes de la escala, los unió con pegamento extrafuerte.
  • Azul con negro, estás de luto? Un look triste para algunos, que ha cambiado el nombre a look de noche, look sport, look de día o look cuando quieras.
  • Sandalias con calcetines??? Jajjajajaja. Los "guiris" cuando llegaban de vacaciones a Benidorm sólo tenían este derecho. Una tendencia que ha pisado fuerte y ha dejado de ser chistosa.
  • Tirantes, pajaritas o boinas para los abuelos. Así era entendido en los 80, porque desde hace un par de años los Hípster y otras tribus urbanas los utilizan como complementos en sus estudiados estilismos.

T-shirt con brillo propio

Añoranza: Sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo querido.

Eso dice la definición de esta palabra del castellano, que a mi gusto, es preciosa y que encierra tanto significado. Dejemos a un lado la producida por no tener a esa persona a tu lado. En este post quiero tener un recuerdo a la cosas que se van dejando atrás y que te das cuentas de cuánto la añoras. Nunca le diste la importancia que se merecían, e intentas revivirlas, pero...  no es lo mismo!!!
  • Mi melena cuando tenía 8 años llegaba hasta la cintura. Echo de menos aquella hora sentada en el baño, tras lavarme el pelo, en que mi madre la cepilla para desenredarla, mientras que más de una lágrima resbalaba por mi mejilla. Esas lágrimas de actriz sobreactuada, donde fueron???
  • La taza de ColaCao que mi padre me llevaba a la cama cuando llegaba de trabajar. Era el único momento que compartimos. Se iba de casa antes de que yo levantase y volvía cuando dormía. Ese sabor no lo he conseguido en mis tazas de Cola Cao, por mucho cariño que le ponga al prepararla.
  • Las tarde con mis amigas cuando tenía 13 años. Aquel verano las tres juntas en Jerez de los Caballeros. Sí, hemos tenido alguna después pero... en aquello días no había nada en que pensar. No había obligaciones y el reloj sólo se miraba para controlar la hora impuesta por nuestros padres para regresar. La máxima preocupación era elegir el modelito con el que salir a pasear.
  • La cola para comprar el pan recién hecho. Siempre picoteándolo de camino a casa porque era una tentación irresistible. Pan de leña no como ahora que es congelado y se vuelve chicle. Pan pan.
  • Y hablando del pan... El bocadillo con las 8 onzas de chocolate, contadas, ni una más. Estaba tan bueno como lo recuerdo??? O, quizás, lo he idealizado??? Era un chocolate que sabía a gloria, manjar de dioses.

Conjunto Lencero con gargantilla

Te gusta tu nombre??? A mí Noelia me gusta, o quizás me he acostumbrado ya?

Durante algunos años hubiera preferido llamarme de otra manera. Sobre todo en la época en el que: "Noelia, como la canción de Nino Bravo", se repetía constantemente. Otras veces al decir mi nombre se ponían a cantarme: "Noelia, Noelia, Noelia,...". Ainsssss que coraje me daba, siempre pensaba: "Que original!!!". Una vez una chica de mi clase me dijo: "Noelia, ahora está bien que eres joven. Pero yo no conozco ninguna abuela que se llame Noelia." Y a mí me afectó!!!! Qué tontería, si sólo tenía 15 años, ni tenía hijos, cómo podía pensar en nietos. Pero supongo que así somos las adolescentes de inseguras.

Ahora me gusta llamarme Noelia y ahora me gusta escuchar a Nino Bravo cantar a su misteriosa Noelia pasear por la playa. Mis padres eligieron ese nombre así que orgullosa de llevarlo, porque pensaron como llamarme y no utilizaron los nombres de la familia. Bueno, pensar lo que se dice pensar,... era la canción de moda de aquel año así que... Noelia. A los dos años cuando nació mi hermana otra canción con nombre de chica: Oh Carol!, así que mi hermana Carolina. A mis padres les encantaba escuchar la radio!!!! jijijiji Agradezco que por aquella época no hubiese culebrones!!!

La verdad es que dar a un hijo nombre es una difícil tarea. La lista de nombres bonitos tanto de chicas como de chicos es larga. Cuando yo confeccione esas listas para chicos pensé en nombres cortos o en aquellos que no tuvieran diminutivos: Pablo, Luis, Javier, Diego, Sergio, Rubén, Hugo, Marcos,... Para niñas, la lista era muy extensa, como era lo que quería: Claudia, Carmen, Lola, Celia, Ángela, Carla, Marina, Lucía, Daniela,.... aunque hice la lista tenía muy claro que si algún día tenía una niña le llamaría Victoria.