Dos grupos de personas según su forma de comer-beber, es fácil pertenecer a uno u a otro... o no. También puedes ser de las independientes, de las que te dejas llevar por impulso y nada es premeditado.
- Si comes la pizza entera o dejas los borde. Un plato limpio o un plato con una montañita de pan desechado.
- Tomas café o eres más de té. La línea de separación de estas personas es muy ancha, quien es adicto al café no prueba el té y viceversa. Son fieles a su bebida caliente favorita.
- La salsa la pones sobre las patatas fritas o la pones al lado, para ir mojando en la salsa a cada bocado que des. Estoy en esta segunda opción, tus patatas no dejan de estar crujientes con el sabor de la salsa, tan "empapuchadas" pierden la gracia. Por lo menos esta es mi opinión rebatida seguramente por los del otro grupo, los llamados "salseros".
- Eres de comer con cubiertos o te encanta comer con las manos. Lo mejor, una combinación. Hay quien pela las gambas con cuchillo y tenedor; y quien considera esto un pecado a no poderse "chuperretearse" los dedos. Para gusto los colores, es bien sabido.
- Cuando coges la carta del restaurante miras primero los platos o miras primero los precios para así saber que vas a comer. Sobre todo en estos tiempos que corren hay que mirar los precios para que tu bolsillo no se resienta demasiado. Aunque, digo yo, sólo mirando a tu alrededor y saber en que sitio te encuentras sabrás qué vas a pagar. Si el maître te acompaña a la mesa, si hay un camarero especializado en servir cada plato... la cena te va a salir por un pico. En cambio, si el mantel de papel, seguramente los platos serán abundantes y el coste menor.
- Cuando vas a comer un trozo de tarta primero la guinda y demás adornos o los deja para el final por ser lo que más te gusta. Hay quien lleva lo del "poner la guinda" a rajatabla y la deja para el último bocado. Y otros su máxima es "no dejes para mañana lo que puedas hacer ya!!!!".