Seguro que alguna vez has
visitado un pueblecito o ciudad que no te importaría volver a visitar. Mi lista
de estos lugares sería larga, y eso que ahora solo pienso en los de España, que
es mi propósito para este verano.
La Alberca, en Salamanca. Esas calles
tan peculiares con sus casas, construidas con la piedra de la zona, llenan de
flores. Recuerdo que me sentía tan a gusto, que una de ellas la baje pegando
saltitos de felicidad.
También en Salamanca está Miranda
del Castañar, uno de esos sitios que si te llevan con los ojos vendados, al
quitarte la venda pensarás que has viajado en el tiempo y estás en la edad
media.
Trujillo, Cáceres. Aquí he
repetido varias veces. Otro pueblo medieval. Pasees por donde pasees hay algo
que mirar. Súmale el encanto de sus gentes. Nos abrieron el colegio dentro de
un convento para que lo visitáramos!!!
Guadalupe, Cáceres. Como un
pueblo tan pequeño puede tener esa arquitectura tan “grande”. Cuando entras por
aquella calle tan estrecha y te encuentras con esa edificación tan magnifica
parece que has entrado en un cuento.