Cuatro amigas tomando café. Y cómo se cuenta el pecado y no
el pecador, me invento los nombres para que no sean identificadas. O también
puedo utilizar otra frase para no dar los nombres verdaderos: Cualquier
parecido con la realidad es pura coincidencia.
Los nombres de las 4 amigas: Samantha, Charlotte, Miranda y
Carrie. (Sexo en Nueva York, siempre me inspira) Y…. me pido Carrie, no por lo
rubia sino porque me encantaría tener su colección de zapatos.
La conversación:
- Tengo que comprar vasos de diario, los niños parten 2 cada
semana. Me tengo que poner de acuerdo con mi marido, para saber qué día vamos a
ir a comprarlos. A él le gusta opinar sobre todo lo que se compra en casa.-
Charlotte.
- Perdona???? A tu marido no le gusta opinar, él
quiere elegirlos!!!! Ve y compra los vasos que tú quieras y cuando te pregunten
si son nuevos, dile que llevan en la alacena mil años. "Cariño no los
recuerdas???" Funciona siempre, ten claro que nunca hay que dar
explicaciones de na-da y menos de lo que compras- contestó
Samantha.
- Mi marido siempre me dice "A mí me da igual, lo que
tú quieras, lo que elijas seguro que es perfecto". Lo hace para no venir
conmigo de compras. Lo malo, después critica lo que compro o ni se fija.-
Miranda.