Si pasas de la treintena como me ocurre a mí, más de
taitantos pero joven de espíritu y muy bien llevados, quizás te reconozcas en
estas situaciones:
Entras en el autobús, todos los asientos ocupados.
Encuentras un hueco junto a un chico universitario, que podría ser tu hermano
pequeño, pero para nada puede ser tu hijo. Y muy amablemente te dice:
"Señora, siéntese aquí, yo me bajo pronto." Qué???? Señora siéntese???
Me está llamando abuela, o qué??? Si me hubiera dicho: "Perdona, siéntate
aquí que con esos taconazos estarás cansada." Pues me hubiera dado la
alegría del día, pero me ha dicho "señora".
Entras en la papelería. Una quinceañera, que seguramente
ayer llevaba trenzas, dice: "Señora, usted primero, no tengo prisas."
Tiene la señora cara de estresada??? Si no he dicho nada!!! Sí, vale los dos
niños latosos de la puerta gritando "Mamá!!!" pueden dar una pista,
pero... me tienes que llamar señora, pe-que-ña.
Vas a entrar en casa. En el portal está el "rey"
de los mensajeros. Vestido de negro, con casco en el codo, moreno de piel y de
cabello,... un muchacho muy "agradable". "Buenos días,
Señora!!" Y ya está??? Me estiro, meto barriga, sonrío y me dice buenos
días sin mirarme a la cara??? Bahhhh, podría haber pasado Angelina Jolie y no
hubiese levantado la cabeza de la libretita. Bueno... a ella seguro que no sólo
le hubiese deseado buenos días, verdad???
Así que... reivindico que las mamás somos sexys. Aunque
estemos ocupadas, estresadas, llevemos dos o más niños detrás, somos mujeres y
somos atractivas!!!! El espejo ya nos dice que estamos estupendas pero un
reconocimiento de vez en cuando... es una dosis extra de autoestima que nunca
viene mal!!!!