Y llegó el primer jueves Santo en el que
"las madres" no dejaban ir solas al centro de Sevilla para ver a las
hermandades en su procesión. Inma, Mª Del Mar y yo, estamos muy ilusionadas.
Como no teníamos, ni edad, ni pareja para ir vestidas de mantilla apostamos por
nuestras "galas" más arregladitas, teníamos que ir glamurosas y sobre
todo parecer que no teníamos los 13 años que marcaban nuestros relojes
biológicos. Lo de salir "solas" era en apariencia. Cuando nos bajásemos
del autobús teníamos que pasar para que mi padre nos viese, primer punto de
control. La cena también teníamos que estar con mi padre. Y a partir de las 10
estábamos con los padres de Mª del Mar. Así que un "solas" con
restricciones, pero eso no nos quitaba las ganas de pasarlo bien.
No recuerdo que llevaban mis dos amigas,
sí recuerdo perfectamente lo que yo elegí. Un vestido de tafetán color borgoña,
una creación de mi madre que yo llevaba con el mismo orgullo como si un
diseñador de París lo hubiese confeccionado. El cuerpo de la tela lisa de ese
rojo apagado, escote palabra de honor. Combinado con una falda rayada borgoña y
plomo. La torerita también era de rayas. Una divinidad!!!!
A la hora de salir de casa mis pantys de
cristal intentaron estropearme el día!!!! Un agujerito que amenazaba en
convertirse en toda una carrera. Licenciada o diplomada no podía salir de casa
de esa guisa. Otro inconveniente, mi madre no tenía en casa otros pantys de
repuesto para cambiar los rotos. Así que subí corriendo a casa de mi vecina Mª
Luisa. La agregada del consulado portugués en Sevilla, tenía total predilección
por aquella niña preadolescente que le parloteaba incansablemente. Pero,... no
tenía pantys que prestarme. Pero viendo como mis ojos iban a empezar a chispear
para seguir con lluvia torrencial sacó de un cajón unas medias de seda con
encaje de blonda que había comprado en su último viaje a Roma, una de esas
escapaditas con las que ella se homenajeaba.
- Toma, es un regalo. Con ellas te
sentirás especial. Nunca podrás olvidar tus primeras medias de seda con encaje.
Y así ha sido. Me sentí mayor, me sentía
sexy y divina. Notar el encaje en mis muslos, pegados al calor de mi piel por
pequeñas tiras de silicona, me dio poder. Era la chica de la película que era
rescatada por el caballero. La que conseguía al chico más guapo en el baile. La
princesa que no perdía el zapato.
Después de aquella pequeña piedra en el
camino salí de casa flotando en una nube de algodón color de rosa. En el
autobús todo el tiempo de pie para que todo el mundo me admirara, por lo menos
es lo que yo creía que pasaba. Visita a mi padre y paseíto por las calles del
centro, itinerario en mano. Cuando llegamos junto a la catedral Mª del
Mar dijo:
- Me han contado que si en jueves Santo
visitas dentro de la catedral el entierro de Colón y pides un deseo se cumple.
Así que las tres fuimos a pedir nuestro
deseo, convencidas de que era una leyenda sevillana y que “in situ” se
cumpliría. Las tres, en silencio, pedimos lo que nuestro corazón más anhelaba,
yo así lo hice. Al salir nos dijimos que los deseos no se cuentan porque si no
no se cumplen. LA tarde-noche transcurrió sin más, volaron los minutos en
compañía de mis dos más mejores amigas.
A las 10 puntuales estábamos en la Plaza
del Duque, con los padres de Mª del Mar. Como pasaba una procesión decidimos
quedarnos a verla todos juntos. No sé qué hermandad vimos, pero si cierro los
ojos veo que las tres mujeres volvían hacer niñas y estaban agotadas de una
tarde de caminar. Así que nos sentamos en el mármol que rodea la plaza a comer
un paquete de almendras garrapiñadas que nos compró Antonio. Cuando pasó la
hermandad nos levantamos y comenzó la segunda parte de aquel día,...
Pero eso te lo cuento en la próxima
entrada de mi blog.
En la playa tienes que tener bien definidos los dos estilos que necesitas para tus días de relax, mi armario en Zahara de los atunes lo tiene asumido. Un look de día, look playero, sin descuidar detalle. Un look de noche, donde tienes que brillar con luz propia ayudada de tu bronceado y de tu estilismo.
Vídeo de la propuesta... Aquí
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PROPUESTAS PARA LA PLAYA.
Vestido encaje.
Talla única.
Color: blanco y marfil.
Precio: 17 €
Vestido encaje escote en V.
Talla única.
Color: blanco
Precio: 25 €
Vestido hombro descubierto, cuerpo elástico, detalles de lentejuelas.
Talla única.
Color: blanco, verde caza y rosa y marfil.
Precio: 25 €
PROPUESTAS PARA LA NOCHE.
Top volantes franja lentejuelas.
Talla única.
Color: blanco, marfil, azulón y rosa.
Precio: 22 €
Talla: 38 40 42 44.
Precio: 20 €
Top encaje con detalle lentejuelas.
Talla única.
Color: blanco, marfil, azulón, rosa, verde caza y ocre.
Precio: 22 €
Talla única.
Color: Marfil, blanco, rosa y verde caza.
Precio: 25 €
Precio: 25 €
Top de seda con encaje.
Talla única.
Color: blanco, marfil, azulón y rosa.
Precio: 24 €
Talla única.
Color: Marfil, blanco, rosa y verde caza.
Precio: 20 €
Precio: 20 €
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