Camisetas con brillo propio

Aquellas señoras que iban por la calle en los ochenta, quizás no habían cumplido los treinta. Eran mujeres maduras porque su juventud la comenzaban a los 15 años. A los 18 estaban casadas y con 25, como mínimo, tenían tres hijos. Así era mi madre.
Todas con el mismo estilismo: Cabello por encima del hombro y con unos rizos sacados a fuerza de tener los rulos toda la noche puestos. Rulos pequeños para el flequillo, rulos mediados para la mitad de la cabeza y rulos grandes para la otra mitad pegada a la nunca. Falda lápiz de mezclilla en colores tierra. Blusita abotonada hasta el último botón y una rebequita de angorina sobre los hombros. La rebeca era sustituida los días festivos y en ocasiones especiales por una chaqueta corte recto con hombreras. Si la ocasión lo requería en la solapa se adornaba con un broche de oro, que era la joya de la familia. Poco más que decir del estilismo. Todas las mamas iban uniformadas. Colores fuertes... nunca. Si alguna chica se saltaba los cánones establecidos... era "hippie", palabra que se utilizaba en un tono que indicaba "no es de buena familia, católica, apostólica".
Esta opinión no la he obtenido de ver la serie "Cuéntame" o todos los programas recordando el pasado que actualmente se empeña la tele que veamos, como si los 80´s hubiesen sido la mejor década de la historia. Este razonamiento lo hice cuando un día al salir del cole, tuve que mirar a muchas mamás intentando encontrar a la mía.
Quizás el punto de inflexión para el romper con la tradición y las normas naciera en aquella década, el comienzo de una nueva etapa en la política española después de tantos años bajo el mismo gobierno, puede tener una base lógica. Un cambio que dio paso a una nueva forma de vida.
Ahora con 15 años sólo son niñas intentando entrar a pasos agigantados en la adolescencia. Dejamos pasar los veinte estudiando y disfrutando de la vida. Y tal vez, sólo tal vez, a los treinta entre el gusanillo de formar una familia, "sentar la cabeza". Lo que está claro que hoy a los 30 no eres una "señora madura" eres una mujer estupenda que está en un momento álgido de tu vida. Y lo más importante, eres diferente al resto, nada de seguir un patrón de vestuario o peinados.

Look para presumir!!!!

Sólo tengo una hermana, que vale por mil, seguramente mi vida sería muy diferente sin ella. Tenemos una muy buena relación de hermanas-amigas, eso no quiere decir que no tengamos nuestros "rocecillos" pero el cariño que nos tenemos es tan grande que ambas olvidamos porque discutimos a los 10 minutos... bueno a las dos horas.
Muchas veces, muchas, nos han confundido por la calle. Debo reconocer nuestro parecido, aunque no es para tanto!!!! Creo que no soy la única despistada que habita en el planeta tierra.
Cuando estamos juntas y nos preguntan quién es la mayor siempre gastamos las mismas bromas, porque hemos perdido la cuenta de las veces que la hemos contestado.
Carolina: Soy la pequeña, no ves que tengo mejor piel. Soy la joven!!!!
Noelia: Ella es la joven pero yo soy la simpática.
Carolina: Mi hermana es mayor en edad pero yo soy la que tomo las decisiones.
Noelia: Lo que quiere decir mi hermana es... "mandona".
La persona que nos preguntó asiente con media sonrisa y se promete que nunca volverá a realizar esa pregunta, vaya discursito!!!!
Eso sí estamos en público, en privado para "chincharla" le digo:
- Carolina, recuerda que papá quería un segundo hijo y mamá le hizo chantaje con una lavadora nueva. Si mamá hubiese tenido lavadora... sería hija única.
- Perdona???? Tú fuiste el ensayo. Yo soy la obra de arte!!!!
- (Las dos a la vez) Chincha rabiña!!
Supongo que todos los herman@s tienen sus propios piques y no por ello se dejan de querer. Sean el número de hermanos que sean. Pero yo quiero hablar de los hermanos segundos...

Cómoda en pantalón o falda

Siéntate en un banco, da igual su ubicación. Ya puede estar en una calle en pleno centro de la ciudad, en una plaza preciosa, en el parque rodeado de árboles, en un centro comercial, en la estación trenes,… da igual. Y ahora observa a la gente de tu alrededor. No camina, corre!!!! La vida los empuja de un lado para otro. No te parecen autómatas dirigidos por el reloj, por una agenda electrónica, por su jefe, por… da igual cualquier cosa los hace presos de las obligaciones. Y si después de esos “compromisos“ parasen y se sentaran en el banco junto a ti. Pero no, tras un deber, viene otro, y después otro.

Sé lo que estás pensando: “Yo no estaría sentad@ en el banco. Yo tengo muchas cosas que hacer.” Pues lo mismo que yo, exactamente lo mismo. Tampoco estaría sentada en el banco soy prisionera de mi agenda, de mis tareas autoimpuestas. Párate a pensar. Respira. Piensa. Sólo han pasado 3 segundos en los que no haces nada y el caos no ha llegado.

Desde pequeños nos han enseñado a mantenernos ocupados, a realizar tarea tras tarea. Incluso estar sentado viendo la tele tiene un tiempo en nuestro planning diario: “Cenar, acostar a los niños, preparar la ropa para el día siguiente,… ver la tele y a dormir.”

Todas las labores que realizas diariamente son imprescindibles para que tu vida tenga sentido??? Todas??? Haz una lista de ellas ordenada, no alfabéticamente, por importancia, observa las tres últimas. Qué pasaría si el papel donde están apuntadas, se partiese separando esas tres. Ummmm… tiempo para sentarte en el banco. Respira. El mundo sigue girando y sólo tú te has dado cuenta que hay tres cosas que vas a dejar de hacer.
Otra opción si no quieres sentarte en el banco: tomate tu tiempo para ducharte, tienes más tiempo para comer sentada y masticar no engullir, maquíllate despacio no aplicándote los coloretes de dos brochazos, vístete despacio para que la imagen que refleje el espejo te vuelva a conquistar, no te vistas sólo combinando colores, camina despacio!!!! Respira. El planeta tierra sigue estando en el sistema solar.

Diferente!!!!

En alguna ocasión la frase: "La delgada línea entre sexy y vulgar ha sido traspasada!!!!", al ver el estilismo de alguna compañera de trabajo, amiga o simplemente de alguna chica con la que te has cruzado por la calle, ha saltado en tu mente, seguro.

Los veinte años no se mantienen eternamente. Hay que aceptar el paso del tiempo con la cabeza bien alta. Hay que reivindicar que ser mamá y tener más de cuarenta no significa renunciar a la sensualidad!!!! Nunca, hay que rechazar ese concepto. Las primeras veces que escuchas "Señora", para dirigirse a ti, sienta fatal, pero ni por esas hay que achantarse. Ser sexy es más una actitud que una aptitud, pero... hay que tener mucho cuidado de no saltar de un lado a otro de la mencionada línea.

Mis criterios para no entrar en el lado "choni", en el lado oscuro de la moda, son:
  • Si tu falda es corta... que no sea demasiado corta. Piensa en los movimientos que haces, si tus hijos son pequeños y te tienes que agachar, alguien puede estar detrás de ti!!!Otra cosa en la que pensar es si tu look se ve favorecido con una minifalda. Quizás te estilicen más los pantalones.
  • Tu escote. Un escote en v puede resultar sensual, mucho. Pero un escote demasiado grande puede causar el efecto contrario, puede resultar escandaloso. La mirada de los otros no irá a tus ojos!!!! Casi seguro.
  • Camisetas cortas. Una tendencia que no a todas favorecen. Y más si tu vientre no es plano. 
  • Una ley infranqueable. Solo puedes lucir piernas, escote o vientre... todo a la vez nunca!!! Es excesivo. Si quieres enseñar los atributos que se te dieron al nacer, hazlo de una manera discreta y sugerente en donde la parte que dejes al descubierto sea suficiente para no llamar la atención.