Estampados en tus jerséis!!!

Las apariencias engañan y a veces ocurre lo que no esperamos…
Una mujer salió de su casa y vio a tres viejos de largas barbas sentados frente a su jardín. Ella no los conocía y les dijo:
—No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor entren a mi casa para que coman algo.
Ellos preguntaron:
— ¿Está el hombre de la casa?
—No, respondió ella, no está.
—Entonces no podemos entrar, dijeron ellos.
Al atardecer, cuando el marido llegó, ella le contó lo sucedido.
— ¡Entonces diles que ya llegué, invítalos a pasar!
La mujer salió a invitar a los hombres a pasar a su casa.
—No podemos entrar a una casa los tres juntos, explicaron los viejitos.
— ¿Por qué?, quiso saber ella.
Uno de los hombres apuntó hacia otro de sus amigos y explicó:
—Su nombre es Riqueza. Luego indicó hacia el otro:
—Su nombre es Éxito y yo me llamo Amor. Ahora ve adentro y decide con tu marido a cuál de nosotros tres deseas invitar a tu casa.
La mujer entró a la casa y le contó a su marido lo que ellos le dijeron. El hombre se puso feliz:
— ¡Qué bien! Y ya que así es el asunto entonces invitemos a Riqueza, que entre y llene nuestra casa.
Su esposa no estuvo de acuerdo:
— Querido, ¿por qué no invitamos a Éxito?
La hija del matrimonio estaba escuchando desde la otra esquina de la casa y vino corriendo:
— ¿No sería mejor invitar a Amor? Nuestro hogar estaría entonces lleno de amor.
— Hagamos caso del consejo de nuestra hija, dijo el esposo a su mujer. Ve afuera e invita a Amor a que sea nuestro huésped.

Me voy de fiesta... sexy!!!

Medianoche, ningún sonido en las calles,
¿La luna ha perdido su memoria?
Está sonriendo sola.
En la luz de la lámpara,
Los marchitos dejan su colecta a mis pies,
Y el viento empieza a gemir.
Memoria, completamente sola a la luz de la luna,
Puedo sonreír al recuerdo de días de antaño,
La vida era hermosa en ese entonces.
Recuerdo cuando sabía lo que era la felicidad,
Deja a las memorias vivir otra vez.
Cada lámpara de las calles.
Parece palpitar,
Una advertencia fatalista,
Alguien murmura,
Y una lámpara de la calle se apaga,
Y pronto será mañana.
Luz de día,
Debo esperar al amanecer,
Debo pensar en una nueva vida,
Y no debo darme por vencida.
Cuando el atardecer llegue,
Esta noche será una memoria también.
Y un nuevo día empezará.
Finales quemados de días nublados,
El viciado olor frío de la mañana,
Las lámparas de las calles mueren,
Otra noche se ha ido,
Otro día está empezando.
Tócame, es tan fácil dejarme,
Completamente sola con mis memorias,
De mis días en el sol.
Si me tocas entenderás lo que es la felicidad.
Mira, un nuevo día ha empezado...

Bisutería con color

Ley de Murphy 187: en el súper, la prisa que tengas por salir con tu compra es directamente proporcional al tiempo de espera en la fila de la caja. Es decir, a más prisa, pues te tocará delante a la señora que se le estropea la tarjeta y tienen que llamar al servicio de atención al cliente para que autoricen la operación. A más prisas, el chico que llevaba el carro lleno se da cuenta que se ha pasado en el presupuesto y comienza a elegir pausadamente los productos que no va a llevar a casa. A más prisa, la cajera y la señora que te precede son amigas de la infancia, por lo que los productos son pasados por el escáner a una lentitud pasmosa. O cuando un precio está confundido, el/la reclamante no se mueve de la caja hasta que no le devuelvan sus 2 céntimos, para ello son suyos!!!!

En todas esas situaciones sólo te queda sonreír y pedirle a reloj que marque los segunditos un poco más despacio, porque ves que no llegas a tu cita, a tiempo para hacer el arroz del almuerzo o lo que es peor, a recoger a los niños del cole, te lo imaginas en la puerta sólos, lloroso y desangelados.

Estas situaciones tienen los días contados!!!! Ole, ole!!! Una prestigiosa Universidad de EE.UU, ha invertido su tiempo en hacer un estudio donde nos dan una serie de pautas para aceptar a la hora de elegir caja en el súper. 

  • En una caja hay 10 personas con muy pocos artículos y en la otra 1 sola persona con el carro hasta arriba. Cuál eliges??? La de una sola persona, los 10 tienen que pagar, buscaran el efectivo o la tarjeta, embolsaran,... invierten más tiempo.
  • Busca los carros que tenga los productos repetidos, también se ahorra tiempo así. Sólo se pasa uno por el escáner y se multiplica por las unidades.
  • Filas donde la mayoría de los clientes sean hombres. Por lo visto circula una leyenda urbana que dice que las mujeres nos entretenemos más charlando y comentando con la cajera las cualidades de tal o cual producto. Esta leyenda urbana no tiene fundamento, en mi opinión, no será más bien que los caballeros son menos sociables que las damas???

Lana con brillo

Todo el mundo tiene tres tareas pendientes en la vida:
  • Plantar un árbol
  • Tener un hijo
  • Escribir un libro.
En mi caso:
  • No he plantado un árbol, pero creo que mis macetas de potos tan bonitas, hablan por sí solas de lo que me gusta la jardinería.
  • Un hijo no, dos maravillosos niños que son mi vida.
  • Y escribir un libro lo tengo que hacer sí o sí, porque tengo muchos tesoros alrededor que me animan. Por lo visto mis palabras transmiten y tengo inventiva para ello. Así que en mi mente se desarrolla una idea que algún día plasmaré en papel. Y seguro que me convierto en una escritora de renombre. Estoy un poco subidita, sí. Eso pasa porque me quieren demasiado y me dan píldoras de autoestima constantemente, de esas que nunca están de más… aunque creo que ya tengo sobredosis!!!!
Pero todavía, supongo que al igual que tú, tengo muchas tareas pendientes:
  • Reunir a mi clase de EGB, me encantaría estar de nuevos todos reunidos. Mis primeros amigos con los que me eduque no sólo en las materias de clase, también en ser lo que soy hoy.
  • Ir de viaje con mis amigas, un viaje de esos de "solos chicas", en los que a la vuelta no traes doloridos los pies sino la mandíbula de tanto reír.
  • Ser mejor madre para que mis hijos sean muy buenas personas, con un camino por delante de adoquines amarillos.
  • Ser mejor persona, mucho más. Aprendiendo de mis fallos y de mis aciertos.
  • Y sobre todo vivir, disfrutando de cada segundo. Con miles de sonrisas y con lágrimas si tienen que escaparse de mis ojos.