Tener o no tener una vivienda propia en la playa o en
la sierra?? Quién la tiene puede decir que tiene un lugar donde ir a refugiarse
y romper la monotonía del día a día. Pero son muchos los detractores de esta
opción. Hoy me planteo esta pregunta, poniendo en una balanza los pros y los
contras para valorarla.
- Economía.
Tener el dinero suficiente para comprar en una segunda vivienda. Para
tener tu dinero en el banco mejor tenerlo invertido en
"ladrillo". Aunque nunca se sabe cuándo lo vas a necesitar,
mejor líquido para poder utilizarlo cuando se necesite.
- Mantenimiento
de la vivienda. Cuando no hay que pintar hay que reparar la lavadora.
Gastos de comunidad, de luz, de agua, de gas,... con ese dinero de
mantenimiento puedes viajar al lugar que quieras y pagar un buen hotel
donde no tienes que hacer nada, todo te lo ponen por delante.
- Misma
ubicación. Pasar tus vacaciones en el mismo sitio o cada año conocer
sitios nuevos??? Llegar a tu casa y sentirte a gusto, saber dónde comprar,
el bar donde te pone el café más bueno o el arroz más rico. Si
optas por sitios nuevos todo te sorprenderán, para bien o para
mal. Las fotos de tu álbum familiar serán diferentes de un año al
siguiente.
- Amigos. Los vecinos te saludan, te alegras de ver caras conocidas e incluso tomarte una cervecita. Si tienes niños ellos se harán su pandi con la que reencontrarse año tras año, con lo que estarán deseando de ir a su segunda casa para verlos. Si nos pequeños, los niños tienen la habilidad de hacer amigos por donde vayan, pero a medida que van creciendo pierden el don de la "relación", no sólo les entra el pavo sino también la vergüenza por no querer hacer amigos nuevos. Si vas a sitios diferentes no sólo conocerás lugares sino también personas que te pueden sorprender.