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Lenceros, los más cool!!!

Escuchando música clásica en un piano. Relajación-respiración. Un kit-kat en un día duro. La mente en blanco es casi imposible. Siempre vuela ella sola a los preparativos de la cena de esa noche, las obligaciones del día siguiente, los niños,... Mi truco. Mirar mi librería.
Muchos libros no comprados, sino heredados de mi madre y de mi abuela. De mama por ser una gran lectora. De la abuelita porque cuando su nieta decía "Me encanta, me lo llevo", ella solo asentía. Esos son los que más me gustan, los que tienen páginas amarillas, los que soportan las huellas de lecturas, los clásicos que siempre te apetece leer. Otros son recuerdo de mis días de instituto, la lectura obligada, en principio, que después enganchaba. Me llevan a sonreír cuando me veo con tupe y aros gigantes en las ojeras, que pintazas!!!!
Libros comprados por mí, la recomendación de un periodista en la tele, de una amiga,... Sus páginas encierran una historia, pero para mi vida, no la tienen. Quiero que el libro al sostenerlo en las manos me transmita sensaciones sin ni siquiera abrirlo.
Libros y más..., no cachivaches para limpiar el polvo, sino recuerdos con significado.
La pequeña Menina, comprada en Toledo. Calles de piedra, olor a historia. Un tren turístico que te cuenta en 30 minutos detalles condensados de una gran ciudad, a la que habría que dedicar más de una vida para conocerla.
La colección de pequeños animales de piedra. Praga, todos los turistas, incluida yo, haciendo fotografías a la torre del reloj. Un señor, con unas manos enormes trabajaba la piedra, en un rincón de la plaza, dándole formas maravillosas. Me hizo recordar al David, a la Piedad, al Moisés,... las obras del gran Miguel Ángel: "Sólo me dedico a quitar la piedra sobrante, del bloque, para que se vea lo que contiene el interior." Si, completamente de acuerdo, la belleza del interior es la mejor.
Mis muñecas rusas en "filita". La Matrioska nació en Budapest, a orillas del Danubio. La chica del puesto ambulante era rusa y las pintaba a mano. En lenguaje universal, manos y mirada, mezclado con un chapucero inglés, hablamos de lo preciosas que eran todas. Le pregunté cuál era su favorita. Me mostró la de madera sin tratar sólo decorada por pintura dorada. "Simple Beauty". Pues sí, por muchas capas de pintura que lleve no significa que vaya a ser más bello.