Acertamos,
pero eso no significa que nos equivoquemos.
Es tal el empeño por conseguir nuestro objetivo que cuando
"acertamos" y lo conseguimos, en lo único en lo que pensamos:
CONSEGUIDO. Pero es lo mejor? Estamos seguros de no equivocarnos???
No sería el primer ni el último caso, en el que por conseguir lo
que quieres no te paras a pensar si es la mejor opción. Quizás tu logro no es
lo que favorece a los que te rodean.
Hay que tropezar varias veces con la misma piedra para darnos
cuenta de nuestros errores. Nadie es poseedor de la verdad absoluta. Por eso
siempre hay que pararse a pensar si mi postura es la correcta o no, si al tener
mi vista en un punto estoy confundida, y no veo todos los contras. Por eso hay
que saber escuchar a quien te aconseja de corazón. Si tus ideas son claras
serán como el aceite sobre el agua, prevalecerán.
Es la reflexión que te dejo hoy.