Vale, vale,… admitido queda es un lio llamar al pañuelo de
toda la vida: pashmina, echarpe, foulard, manterola,… Un nuevo vocabulario ha
nacido y la moda con sus tendencias tienen la culpa.
Hoy quedará claro de una vez por todas que nos ponemos al
cuello. Hay que hablar con propiedad y siempre con mucho estilo.
- Fular: Del francés foulard, seda o tela ligera de forma cuadrada y por lo general con dibujos estampados, que se lleva anudado y alrededor del cuello o sobre la cabeza. En España lo utilizamos generalmente para referirnos a pañuelos alargados y rectangulares más que a los cuadrados.
- Echarpe: Complemento de forma estrecha y larga. Es más menos ancho que el fular y se suele colocar extendido y apoyado sobre los hombros con los extremos cayendo por delante, aunque también se puede anudar al cuello. Si el material es grueso, puede servir como prenda de abrigo, y si no, como mero adorno.
- Chal: Paño de seda o lana, generalmente mucho más largo que ancho, que puesto en los hombros sirve a las mujeres como abrigo o adorno. Se diferencia del fular porque sus dimensiones son mayores y puede tener formas redondeadas o hexagonales.
- Pashmina: Aunque es un tipo de tejido de lana de cachemir, el término se utiliza para referirse a los textiles fabricados con ella o mezclados con seda u otras fibras artificiales como la viscosa.
- Pañuelo: Trozo de tela, por lo general cuadrado y mayor que el de bolsillo, usado para abrigarse o como accesorio en la indumentaria femenina y masculina.
- Bufanda: Pieza de tela que se lleva alrededor del cuello, hombros, y a veces la cabeza, sobre todo para abrigarse, pero también como adorno. Es normalmente larga y estrecha, puede ser lisa o con diseños, ligera o gruesa, de punto, tejido, de ganchillo o fieltro y de una amplia variedad de tipos de fibra.
- Manterola: Trozo de lana cuadrada que desde hace pocos años está en súper tendencia. De cuadros, camuflaje, rayada o combinada, hace que los crudos inviernos se vuelvan suaves.
Y ahora… cada una le seguirá llamando a su manera. Esos sí,
nunca la llames “toquillas” que esas las usaban las abuelas de pelo blanco
recogido en un roete, jijiji.