Ponte
en situación. Una chica entra en una clínica oftalmológica. La hacen pasar a la
sala de espera, que está llena, otras doce personas que esperan su turno para
ser atendidos. Bueno, en principio todos son ganchos del estudio que se va a
realizar con cámara oculta.
Todos, los supuestos pacientes, y esta chica están sentados, alguno lee una revista,
otro consulta su agenda,… Y de pronto suena un timbre. Todos se ponen de pie,
menos la chica. Ella no relaciona el timbre con ponerse de pie, y el
comportamiento de los otros le parece extraño. Una segunda vez el timbre, una
tercera vez, todos se ponen de pie. Ella ya comprende la norma. La cuarta vez
que tocan el timbre ella se levanta. Y lo hace todas las veces que suena, todas
sin fallar ninguna. Ya hasta deja a un lado su revista para estar pendiente del
timbre.
Los
pacientes-gancho van siendo llamados a consulta y aunque la sala de espera se
va desalojando ella sigue cumpliendo con la norma, timbre-de pie. Ella es la
última ya está sola, sin que nadie la mire, supuestamente, sigue con el
ritual: timbre-de pie, timbre-de pie,…
Entra
un chico en la sala de espera, desconoce lo que ha pasado. Cuando la ve ponerse
de pie con cada sonido, le pregunta: “Por qué lo haces???” a lo que ella
contesta: “Sigo las normas, lo hacían los otros.”
Esta
chica ha sido convincente, el chico la sigue. Van entrando nuevos pacientes y
la imitan. Cuando ya es llamada para que la vea el oftalmólogo se va sonriendo
por haber enseñado la norma y haberla hecho cumplir.
Queda
demostrado: “Donde fueres haz lo que vieres!!!” Somos un pocos “borregos” y nos
dejamos guiar??? Porque:
- Es más fácil que tomar decisiones.
- Por pertenecer al grupo
- Para que no te tachen de “diferente”.